Cidades Cantadas
A partir de hoje publicarei, de vez em quando, Cidades Cantadas por quem as tem entranhadas.
Começamos por Madrid e por Joaquín Sabina, que segundo a definição de um cozinheiro brasileiro louco (do restaurante El Sítio, no Môrro de S. Paulo, Bahia), é o mais genial cantautor bêbedo, drogado e mulherengo do mundo!
Quase que concordo com ele...
Pongamos que Hablo de Madrid
(Joaquín Sabina - Antonio Sanchez)
Allá donde se cruzan los caminos,
donde el mar no se puede concebir,
donde regresa siempre el fugitivo,
pongamos que hablo de Madrid.
Donde el deseo viaja en ascensores,
un agujero queda para mí,
que me dejo la vida en sus rincones,
pongamos que hablo de Madrid.
Las niñas ya no quieren ser princesas,
y a los niños les da por perseguir
el mar dentro de un vaso de ginebra,
pongamos que hablo de Madrid.
Los pájaros visitan al psiquiatra,
las estrellas se olvidan de salir,
la muerte viaja en ambulancias blancas,
pongamos que hablo de Madrid.
El sol es una estufa de butano,
la vida un metro a punto de partir,
hay una jeringuilla en el lavabo,
pongamos que hablo de Madrid.
Cuando la muerte venga a visitarme,
que me lleven al sur donde nací,
aquí no queda sitio para nadie,
pongamos que hablo de Madrid.
(Cuando la muerte venga a visitarme,
no me despiertes, déjame dormir
aquí he vivido, aquí quiero quedarme
pongamos que hablo de Madrid.)
Começamos por Madrid e por Joaquín Sabina, que segundo a definição de um cozinheiro brasileiro louco (do restaurante El Sítio, no Môrro de S. Paulo, Bahia), é o mais genial cantautor bêbedo, drogado e mulherengo do mundo!
Quase que concordo com ele...
Pongamos que Hablo de Madrid
(Joaquín Sabina - Antonio Sanchez)
Allá donde se cruzan los caminos,
donde el mar no se puede concebir,
donde regresa siempre el fugitivo,
pongamos que hablo de Madrid.
Donde el deseo viaja en ascensores,
un agujero queda para mí,
que me dejo la vida en sus rincones,
pongamos que hablo de Madrid.
Las niñas ya no quieren ser princesas,
y a los niños les da por perseguir
el mar dentro de un vaso de ginebra,
pongamos que hablo de Madrid.
Los pájaros visitan al psiquiatra,
las estrellas se olvidan de salir,
la muerte viaja en ambulancias blancas,
pongamos que hablo de Madrid.
El sol es una estufa de butano,
la vida un metro a punto de partir,
hay una jeringuilla en el lavabo,
pongamos que hablo de Madrid.
Cuando la muerte venga a visitarme,
que me lleven al sur donde nací,
aquí no queda sitio para nadie,
pongamos que hablo de Madrid.
(Cuando la muerte venga a visitarme,
no me despiertes, déjame dormir
aquí he vivido, aquí quiero quedarme
pongamos que hablo de Madrid.)
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